Baza: Prehistoria

Baza y su comarca, aunque guardan vestigios del Paleolítico, han estado pobladas de forma intensa y continua desde el Neolítico, o expresado de forma más correcta, desde los inicios de la agricultura y la ganadería en Andalucía, en torno al VI milenio a.C. En estos momentos se ocupan aquellas zonas de nuestro territorio que ofrecen unas mejores condiciones de vida para estas primitivas economías sedentarias, como los valles fluviales y áreas de suelos de mayor calidad, tanto de la Sierra de Baza, como de la propia Hoya o altiplanicie bastetana. A partir del III milenio a.C. la Sierra de Baza, junto con otras sierras del Sureste andaluz, se convierte en uno de los focos originarios de la metalurgia prehistórica en Europa Occidental. De esta forma, a lo largo del III y II milenio a.C. (Edades del Cobre y del Bronce), numerosos poblados de agricultores, pastores y mineros se levantan a lo largo y ancho de sus estribaciones, de forma especial a lo largo de los valles de los ríos y ramblas que la surcan, explotando sistemáticamente los ricos y abundantes afloramientos de minerales de cobre de toda la Sierra de Baza, además de sus diversificados recursos naturales que han permitido subsistir en ella a una elevada población durante varios milenios. Al igual que en la fase anterior, se siguen ocupando aquellas zonas de mejores condiciones medioambientales del llano, en este caso por poblaciones dedicadas de forma exclusiva al cultivo de la tierra y el cuidado de sus ganados, con una cultura material algo diferente a sus vecinos de la Sierra.

Contenidos:

Los contenidos de esta sala se centran en los primeros agricultores y pastores en la Comarca de Baza, en lo que supuso el inicio del sedentarismo y la economía de producción. Especia atención se dedica a los inicios de la metalurgia, ya que la Sierra de Baza, conforma uno de los focos originales de la misma en Europa Occidental, con especial presencia de las Culturas de Los Millares (Edad del Cobre) y El Argar (Edad del Bronce). El recorrido por la sala termina con la llegada de las primeras cerámicas a torno y la aparición del hierro y las primeras influencias del Mediterraneo Oriental.