La administración de Hispania Ulterior por parte de Roma no fue homogénea, perviviendo largamente la tradición indígena ibérica, dando un carácter distintivo al proceso de romanización de este territorio, basado más en la explotación de materias primas y de la población local que en la implantación del urbanismo y organización administrativa de la República romana, manteniéndose durante largo tiempo la pervivencia de los modos de vida tradicionales. Más tarde, con la nueva remodelación provincial de Augusto, a principios del Imperio, la Bastetania se incorpora a la Provincia Tarraconensis, antigua Citerior, aún con una débil estructura urbana, que será reforzada con la fundación de la colonia Iulia Gemella Acci, Guadix, que suplantará a la antigua Basti el papel de “capitalidad” de esta región del sureste peninsular.